El fotorrejuvenecimiento no ablativo de la piel, realizado mediante luz pulsada intensa (IPL), es una de las técnicas más innovadoras en medicina
estética que puede realizarse tanto en cara como en cuello, escote y dorso de las manos.
La luz intensa pulsada emite una banda ancha de luz que permite tratar varios objetivos a la vez, manchas pigmentadas, venitas o textura cutánea rugosa y así mejorar globalmente la calidad de la piel
al estimular la formación de colágeno.
Los resultados son evidentes desde la primera sesión. Se necesitan entre 3 y 5 sesiones con un intervalo como mínimo de tres semanas. Las mejoras se perciben de
manera progresiva.La piel va recuperando un tono mucho más uniforme. A medida que avanza el tratamiento se va notando una mejoría general en la calidad de la piel.
Recomendamos no exponerse al sol directamente durante al menos 15 días antes de cada sesión.
¿Con qué otros tratamientos puede combinarse?
Este tratamiento de rejuvenecimiento se puede combinar con otras técnicas como bioestimulación, peelings, radiofrecuencia,dermapen